Desde la reforma de septiembre de 2022, para acceder a esta utensilio lícito no tiene por qué haberse intentado un acuerdo extrajudicial de pagos previo con los acreedores. Además, la duración del proceso de segunda oportunidad está fijado por clase en un máximo de 18 meses, y para iniciarlo no es precisa la intervención de Notario, Registro Mercantil o Cámara de Comercio ni la figura del mediador concursal. Esto supone un abaratamiento de costes y la agilización del proceso.
Se refuerza la figura del mediador concursal, que se encarga de intentar alcanzar un acuerdo entre los acreedores y la empresa.
Cualquier acreedor concursal estará legitimado para solicitar del sentenciador del concurso la revocación del beneficio cuando concurra alguna de las siguientes circunstancias:
Que el deudor no haya sido condenado en sentencia firme por delitos contra el patrimonio, contra el orden socioeconómico, falsedad documental, contra la Haciendo Pública y la Seguridad Social o contra los derechos de los trabajadores en los 10 años anteriores a la declaración del concurso.
Es decir, se inicia un trámite contencioso para que sea el Mediador de Primera Instancia el que fije la deuda que se le perdona al deudor y el plan de pagos para el resto de deudas.
Si admisiblemente no existe un coste pequeño de las deudas para acogerse a la Segunda Oportunidad, en la práctica, no suele ser interesante iniciar este mecanismo si las deudas suman menos de 10.000 euros.
Solo en los últimos tres primaveras venimos experimentado un aumento considerable de peticiones de personas que piden la cancelación de sus deudas y hemos pasado triplicadas las solicitudes
Los acreedores que no hubieran aceptado el acuerdo y resultasen afectados por el mismo, mantendrán sus derechos frente a los obligados solidariamente con el deudor y frente a sus fiadores o avalistas.
Es importante tener en cuenta que esta alternativa no implica la renuncia a todo el patrimonio y puede ser una decisión más adecuada para aquellos deudores que puedan afrontar un plan de pagos de grande plazo sin carencia de renunciar a sus riqueza materiales.
Para iniciar este beneficio, el deudor deberá presentar su solicitud de exoneración del pasivo insatisfecho delante el mediador del concurso. De esta solicitud se alcanzará traslado a la Agencia concursal y a los acreedores para que en un plazo de 5 díTriunfador aleguen lo que estimen oportuno.
Por lo Militar, siempre compensará dejar de ser deudor y poder comenzar de nuevo en lo que a lo financiero se refiere. Sin embargo, la Segunda Oportunidad tiene asimismo una serie de contras que se deben tener en cuenta.
Es muy importante que se actúe de buena Seguridad y que, en consecuencia, la imposibilidad del plazo no sea imputable a la voluntad del deudor.
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De igual forma, la Abogados Segunda Oportunidad calidad trata de evitar situaciones de insolvencia premeditada por lo que no todos los deudores van a poder satisfacerse: Deben cumplirse unos requisitos, sin los cuales, no hay exoneración.